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¿A cuántas personas afecta
esta enfermedad?
La obesidad ha sido recientemente clasificada
por la OMS como una enfermedad mundial que en las últimas
décadas está creciendo con índices de epidemia.
En España es obesa el 13% de la población mayor
de 20 años, y el 20% de los mayores de 45 años.
En Estados Unidos es obesa 1 de cada 4 personas, el doble de las
cifras encontradas en los años 60.
¿Cuántos tipos de obesidad
existen?
Existen, básicamente, dos tipos de
obesidad:
1. Obesidad androide: consiste en una acumulación
excesiva de grasa a nivel del abdomen (tronco). Más común
en varones, este tipo de obesidad está muy ligada al
desarrollo de las enfermedades cardiovasculares, la diabetes
mellitus tipo II y la hipertensión. Sin embargo, responde
bien a un incremento de gasto energético debido al ejercicio
físico.
2. Obesidad ginecoide: consiste en una
acumulación excesiva de grasa a nivel de glúteos
y muslos. Más común en mujeres. Este tipo de obesidad
no se encuentra tan relacionada con el riesgo de desarrollar
las enfermedades que hemos nombrado, pero responde peor que
la obesidad androide al gasto de energía debido al ejercicio
físico.
En realidad, ¿por qué engorda
una persona?
Los especialistas señalan que es porque:
1º) las personas de los países industrializados y
en vías de desarrollo, en general, cada vez gastan menos
energía porque cada vez es necesario un menor esfuerzo
físico en el trabajo, en el transporte y en las actividades
diarias. Este menor gasto energético diario, para que no
se acompañe de una ganancia de peso graso, debería
ir asociado de un menor consumo de calorías; y 2º)
sin embargo, existe una tendencia generalizada a consumir excesivamente
alimentos ricos en grasa que contienen muchas calorías.
Todo ello, inevitablemente, se ha traducido en un incremento de
los índices de obesidad en estos países.
¿De qué depende el peso
corporal de una persona?
El peso de una persona depende de su equilibrio
energético durante un período prolongado de tiempo.
¿Qué quiere decir equilibrio energético?.
El equilibrio energético de nuestro organismo se puede
comparar con una balanza; en uno de los platillos se acumulan
los alimentos que ingerimos diariamente, cada uno con sus calorías,
y en el otro se colocan todas las calorías gastadas por
nuestro organismo en ese tiempo, desde las calorías necesarias
para que un organismo siga vivo cuando está en reposo (o
metabolismo de reposo), o las gastadas por las actividades de
la vida diaria como el trabajo o el ejercicio físico, hasta
las que el organismo necesita para digerir los alimentos que comemos
(o efecto térmico de los alimentos). En definitiva, si
la balanza habitualmente se inclina hacia el lado de los alimentos
que esa persona come, querrá decir que está ingresando
más calorías de las que "quema" y, por
lo tanto, engordará. Ejemplo:

Si habitualmente las calorías
ingeridas y las gastadas son similares, nuestro peso permanece
estable. Si en una época dada quemamos más calorías
de las que ingerimos, nuestro peso tiende a la baja. A esto se
conoce como equilibrio energético negativo y puede suceder
porque, por ejemplo, nuestra actividad laboral es físicamente
muy exigente, nos ha dado por hacer más ejercicio físico
y/ o estamos haciendo una dieta. Pero si habitualmente comemos
más calorías de las que quemamos o durante una época,
aunque comemos básicamente lo mismo, hacemos una vida más
sedentaria (equilibrio energético positivo), enseguida
nos daremos cuenta que nuestro peso aumenta.
Como regla general, se dice que ganamos
medio kilo de grasa por cada exceso de 3500Kcal. Por ejemplo,
una persona que habitualmente tiene un pequeño balance
energético positivo (el lunes: +140Kcal; el martes: +60Kcal;
el miércoles: +390Kcal; el jueves: +110Kcal,
), cuando
día a día haya acumulado +3500Kcal habrá
almacenado en su organismo unos 450g de grasa.
¿Por qué es importante no ser obeso?
Porque la obesidad es una enfermedad que se
acompaña frecuentemente de otras enfermedades como la diabetes
mellitus tipo II, la hipertensión arterial, hiperlipidemias
(colesterol elevado en sangre,
), algunos cánceres
(colon, próstata, pecho) y osteoartritis. A su vez, la
diabetes, la hipertensión y el colesterol elevado favorecen
el desarrollo de las enfermedades del corazón (enfermedad
coronaria).
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La Obesidad. Etiología y Epidemiología |
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