|
¿Qué es el dolor de espalda?
Es un dolor, una sensación de tensión muscular o
de rigidez localizada en la espalda que puede o no puede ir acompañada
de dolor en los brazos o en las piernas.
¿En qué situaciones se produce
el dolor de espalda?
En situaciones de la vida diaria, cuando recogemos
objetos pesados, o niños pequeños del suelo, cuando
conducimos o viajamos en coche durante muchas horas, o cuando
estamos sentados en una silla trabajando o estudiando durante
mucho tiempo, tenemos muchas posibilidades de que se nos manifieste
un dolor de espalda.
¿Por qué el dolor de espalda es un problema de primera
magnitud?
Porque es una enfermedad muy común en hombres
y mujeres de esta edad. Por ejemplo, más del 50% de los
finlandeses de más de 30 años han experimentado
más de 4 episodios de dolor de espalda en su vida. En una
encuesta realizada a finlandeses y finlandesas de edades comprendidas
entre los 20 y los 50 años de edad, cerca de la mitad de
las personas refirieron haber tenido un episodio de dolor de espalda
en el mes precedente. Además, el dolor de espalda es la
causa más importante de incapacidad en las personas mayores
de 45 años, y es la segunda causa de absentismo laboral,
detrás de los catarros y gripes. También es una
de las causas de visita al médico más frecuentes.
El dolor de espalda afecta por igual a hombres y a mujeres, a
trabajadores de oficina y a trabajadores manuales, y su incidencia
va creciendo en los últimos años, debido a los cambios
que se están produciendo en los hábitos de vida.
Por lo tanto, se trata de un problema de primera magnitud, por
su repercusión en la calidad de vida de las personas de
mediana edad y en los costes sociales, laborales y económicos
que conlleva.
¿Cuáles son los principales componentes de la espalda?
La espalda es el centro de una elaborada red de
nervios, huesos y músculos que trabajan coordinadamente
para que podamos mantenernos de pie, movernos y relacionarnos
con el exterior. Esquemáticamente se puede dividir en dos
componentes: 1) la columna vertebral y, 2) los músculos
y ligamentos de la espalda.
¿Qué es la columna vertebral?
La columna vertebral es un conjunto de 26 huesos,
llamados vértebras, separados entre sí por unas
almohadillas de tejido blando, llamados discos intervertebrales.
Este conjunto de vértebras y discos se mantiene unido por
medio de ligamentos situados entre las vértebras y a lo
largo de toda la columna vertebral. Los músculos de la
espalda, se insertan en las vértebras.
¿Qué son las vértebras?
Las vértebras son los huesos de la columna
vertebral. La figura (2.15 y de pagina 41) muestra un dibujo de
dos vértebras y de un disco.
|
|
Figura.2.15.
Representación de dos vértebras, un disco, ligamentos
y nervios. La parte de la derecha corresponde a la parte
delantera de la vértebra. La parte de la izquierda
corresponde a la parte posterior de la vértebra.
|
Se observa que cada vértebra tiene una parte
interna central más frágil, rodeada por una zona
más sólida. Las vértebras se prolongan hacia
atrás, en forma de espinas, llamadas "apófisis
espinosas". Estas apófisis son las que se tocan cuando
nos palpamos la espalda. A ambos lados de las apófisis
se encuentran las "carillas articulares" que mantienen
la columna vertebral bien alineada y sirven para enlazar una vértebra
con las dos vértebras contiguas. Además de ser el
principal soporte de la espalda, las vértebras sirven para
proteger la médula espinal, que discurre en un canal llamado
"canal espinal" situado entre la parte central de la
vértebra y las apófisis espinosas. De la médula
espinal, salen nervios entre las vértebras que inervan
a otras partes del cuerpo. Como el espacio dejado por las vértebras
para que salgan los nervios es pequeño, basta que se produzcan
pequeñas alteraciones en las vértebras, en los discos
o en las carillas articulares para que puedan afectar a los nervios
y provocar dolor en la espalda y en otras partes del cuerpo.
¿Qué son los discos?
Los discos que están situados entre dos
vértebras, llamados "discos intervertebrales",
son almohadillas de tejido blando que permiten que las vértebras
puedan contorsionarse más fácilmente. La figura
(2.16) muestra un esquema de un disco intervertebral, situado
encima de una vértebra.
|
|
Figura.2.16.
Dibujo de un disco intervertebral. |
Se observa que el disco está formado por
una zona central gelatinosa, llamada "núcleo pulposo",
rodeada por una zona de tejido más firme y fibroso, llamada
"anillo fibroso". El anillo fibroso del disco absorbe
la mayor parte de la tensión que se transmite a la columna
vertebral cuando esta es sacudida, y el núcleo fibroso
ayuda a que la tensión se transmita de modo uniforme a
la columna. El disco se alimenta de los nutrientes que le suministra
la sangre por medio de unos vasos sanguíneos situados en
una zona de tejido situada inmediatamente por encima y por debajo
del disco y, en menor medida, por los vasos sanguíneos
que alimentan las vértebras. Sin embargo, los vasos sanguíneos
situados en la zona inmediata del disco desaparecen con la edad
y el disco solamente queda pobremente irrigado por los vasos sanguíneos
que irrigan a la vértebra. Esta poca irrigación
del disco hace que, con los años, se vaya volviendo rígido,
soporte mal las sacudidas y pueda salir hacia el canal espinal
y comprimir la médula espinal.
¿Qué son los ligamentos de la espalda?
Son tejidos que conectan las vértebras
entre sí, y permiten mantener juntos los huesos de la columna
vertebral. Sin embargo, los ligamentos no son estructuras tan
fuertes como para permitirnos mover, levantar o girar. Para ello,
necesitamos la ayuda de los músculos.
¿Para qué sirven los músculos de la espalda?
Para permitirnos realizar los movimientos de la
espalda. Es importante que los músculos tengan la fuerza
suficiente para realizar los movimientos y las tareas que se le
exigen a la espalda. De lo contrario, los ligamentos, los discos
intervertebrales y las vértebras deberán soportar
cargas más elevadas que podrán alterarles y favorecer
la aparición del dolor de espalda.
¿Por qué se producen los dolores de espalda?
Los dolores de espalda pueden tener orígenes
muy diversos y muchas veces no se sabe por qué ocurren.
Algunas de las causas más frecuentes que favorecen la aparición
de los dolores de espalda son las siguientes:
1) Contracturas musculares o lesiones de ligamentos.
Muchos dolores de espalda se producen porque los músculos
o los ligamentos de la espalda no pueden soportar las tensiones
y las tareas que se le solicitan, porque están débiles
o fatigados. Otras veces se producen las lesiones en músculos
en buen estado sometidos a esfuerzos bruscos o excesivamente
intensos (ejemplo: levantar objetos muy pesados). Afortunadamente,
estas lesiones suelen curar bastante rápidamente haciendo
reposo, tratándolas con hielo y tomando medicación.
2) Alteración de los discos intervertebrales. Se ha señalado
anteriormente que con la edad disminuye la irrigación
de los discos intervertebrales. Esto hace que el núcleo
cada vez se haga más rígido y fibroso y soporte
peor las tensiones a las que se le somete. Con los años,
el núcleo puede sobresalir hacia atrás y comprimir
la médula espinal o uno de los nervios que salen de la
médula espinal. Esto puede provocar dolores de espalda
y también dolores en otras zonas del cuerpo que están
inervadas por el nervio que sale de la médula espinal
y ha sido comprimido. Es lo que ocurre por ejemplo con la ciática.
3) Alteración en las articulaciones que hay entre las
vértebras. Como las vértebras están separadas
por los discos intervertebrales, cuando estos se degradan se
suelen producir alteraciones entre las articulaciones situadas
entre dos vértebras que favorecen la aparición
del dolor de espalda. Por ejemplo, una alteración de
las articulaciones es la llamada "espondilolistesis",
que es el deslizamiento de una vértebra sobre otra. Este
deslizamiento puede comprimir la médula ósea o
un nervio que sale de ella y provocar dolor.
4) La osteoporosis. Como se ha visto con detalle en el apartado
dedicado a la infancia, la osteoporosis es una enfermedad que
se caracteriza porque la masa de los huesos está muy
disminuida y su contenido está muy deteriorado. La osteoporosis
puede deformar las vértebras y favorecer los dolores
de espalda.
5) El
embarazo. Cerca de la mitad de las mujeres embarazadas tienen
dolor de espalda. Ello se debe, probablemente, a que durante
el embarazo se estiran los músculos abdominales y esto
aumenta la tensión en los músculos de la espalda.
Además, durante el embarazo se producen una serie de
cambios hormonales en la mujer que ablandan algunas estructuras,
como por ejemplo los discos intervertebrales, que pueden favorecer
la aparición de la fatiga y del dolor de espalda.
6) Por último, hay una serie de factores controlables
que favorecen la aparición de dolores de espalda. Estos
factores son: la obesidad o el sobrepeso, los movimientos bruscos,
el tabaquismo, las malas posturas en la vida diaria, el sedentarismo,
los valores bajos de fuerza muscular de los músculos
de la espalda, el abdomen, y las piernas, los valores bajos
de movilidad de las caderas, la depresión, el estrés
y la falta de calcio.
En los siguientes apartados se señalarán
los pasos que hay que dar cuando sintamos dolor de espalda, los
tratamientos médicos más recomendados y la manera
de ayudar a prevenir y tratar los dolores de espalda mediante
programas de ejercicio físico y mediante una buena educación
postural.
Estás
en la primera página sobre:
El Dolor de Espalda. Introducción |
|
|
|
|
|