ATP: LA "PILA BIOLÓGICA"
DE NUESTRAS CÉLULAS |
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Cada célula de nuestro organismo dispone
de su propia pila que le suministra la energía necesaria
para realizar sus actividades. En el caso de la fibra muscular,
la pila de ATP le suministra la energía para contraerse
y relajarse.
¿Cuándo es necesario el ATP?
Siempre, incluso cuando estamos durmiendo. Nuestro
cuerpo nunca está de vacaciones, y las células de
nuestros pulmones, de nuestro corazón, de nuestros músculos
necesitan energía constantemente.
¿Cuántas horas de autonomía tiene esta pila?
Apenas unos segundos. Por lo tanto, la célula
necesita un sistema que recargue la pila al mismo tiempo que se
está descargando.
¿Cómo recargan las células su pila de ATP?
Utilizando diferentes combustibles. Básicamente
son de tres tipos: glucosa, ácidos grasos libres y aminoácidos.
¿De dónde provienen estos combustibles?
De la alimentación diaria. Por ejemplo,
cuando comemos pan, legumbres o patatas estamos comiendo mucha
glucosa; cuando comemos un filete estamos tomando principalmente
proteínas y grasa.
¿Por qué no necesitamos estar siempre comiendo?
Porque después de la digestión, nuestro
organismo sólo utiliza una pequeña parte de estos
combustibles. El resto lo acumula como reserva en diferentes órganos
y tejidos de nuestro cuerpo. Gracias a esto podemos estar bastante
tiempo sin comer.
NUESTRAS RESERVAS DE
ENERGÍA |
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Los combustibles necesarios para recargar la pila
de ATP se encuentran almacenados en diferentes órganos
y tejidos de nuestro organismo. Las reservas de grasa son "ilimitadas";
sin embargo, las de glucosa están muy limitadas.
¿Dónde se encuentran almacenadas las reservas de
combustible?
La grasa se encuentra almacenada, principalmente
en forma de triglicéridos, en el tejido adiposo y en el
músculo. La glucosa se almacena en forma de glucógeno
en hígado y músculo; y la proteína, sobre
todo, en el músculo. Además, hay pequeñas
cantidades de glucosa, grasa y aminoácidos (los "ladrillos"
que componen las proteínas) en los diferentes líquidos
corporales (sangre, etc.).
¿Qué cantidad de combustible es capaz de acumular
una persona delgada? ¿Cómo se reparten las reservas?
Como podemos ver en la tabla 6.1, de forma muy
desigual: mientras que el organismo de un varón delgado,
de 70kg., sólo acumula unos 500g. de glucosa/glucógeno,
las reservas de grasa suponen casi 16 kilos. En total, la cantidad
de energía acumulada es enorme. Tanto es así que
sólo en la grasa acumulada en nuestro cuerpo hay suficiente
reserva de energía como para correr, teóricamente,
más de 20 maratones seguidos.
COMBUSTIBLE
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Cantidad Almacenada (Kg)
|
Calorías Acumuladas
(Kcal)
|
|
GRASA
|
1. Tejido Adiposo
|
15.56 |
140040 |
2. Músculo
|
0.3 |
2700 |
GLUCÓGENO
|
1. Muscular
|
0.35 |
1400 |
2. Hígado
|
0.09 |
360 |
GLUCOSA (Sangre,
etc)
|
0.02 |
80 |
PROTEINA |
10 |
40000 |
TOTAL |
26.32
Kg |
184500
Kcal |
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Tabla 6.1. Media de las reservas
energéticas corporales en un varón de 70kg no
obeso (Fuente: Felig y Wharen, 1975; Guezennec, 1992).
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Sin embargo, es evidente que un ser humano es incapaz de correr
20 maratones seguidos. ¿Por qué?
Entre otras razones importantes, porque la intensidad
media con la que se desarrolla un maratón, o una etapa
ciclista, hace imposible que la fibra muscular pueda obtener toda
la energía que necesita utilizando sólo grasa para
recargar su pila de ATP. Las fibras musculares, cuando realizan
un ejercicio físico de intensidad moderada-fuerte necesitan
echar mano de sus reservas de glucógeno que, como hemos
dicho, son muy limitadas. La energía que almacena nuestro
organismo en forma de glucosa/ glucógeno apenas alcanza
las 2000 calorías.
HIDRATOS DE CARBONO
(GLUCOSA/ GLUCÓGENO) Y GRASA: LOS DOS COMBUSTIBLES
FUNDAMENTALES |
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Básicamente, el músculo comienza
a utilizar proteínas como combustible, de forma significativa,
cuando sus reservas de glucógeno se han agotado.
¿De
qué depende que nuestro organismo utilice más grasa
o más glucosa/ glucógeno como combustible?
Sobre todo, de la intensidad y de la duración
del ejercicio físico. Nuestro organismo utiliza más
grasa cuanto más suave y prolongado es el ejercicio. Cuanto
más intenso, más importante es la necesidad de glucógeno.
El músculo deja de consumir grasa al mismo tiempo que utiliza
el glucógeno para recargar su pila de ATP.(Ver tabla 6.3).
Es decir, para una persona obesa es más
interesante hacer ejercicio suave y moderado
Si. Cuando camina (sin sofocarse) mucho rato, el
músculo que trabaja consume más grasa (y más
calorías) que si se le hace trabajar a más intensidad
(footing
).
Intensidad del ejercicio
|
Grasa
|
Glucosa / Glucógeno
|
|
0
% V02 max. (Descansado)
|
99% |
1% |
<30
% V02 max. (De pie, trabajo muy
suave)
|
99% |
1% |
30
- 40 % V02 max. (Caminando)
|
99% |
1% |
50
- 60 % V02 max. (Trotando suave)
|
60% |
40% |
85
- 95 % V02 max. (Carrera intensa)
|
30% |
70% |
>100
% V02 max. (Carrera máxima)
|
1% |
99% |
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Tabla 6.2 Porcentaje de participación
en el metabolismo energético de la grasa y de la glucosa
en relación con la intensidad del ejercicio físico.
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¿De qué otros factores depende
la utilización de uno u otro combustible?
- De la condición física: cuanto
mejor es la condición física más reservas
de grasa utilizará para una misma intensidad de ejercicio.
- Del sexo: las mujeres consumen menos hidratos de carbono cuando
realizan un ejercicio de intensidad moderada. En ellas se produce
un mayor ahorro de glucógeno y menor uso de proteínas.
Cuestión de hormonas...
- De la dieta: una dieta pobre en hidratos de carbono hace que
durante el ejercicio el glucógeno muscular y hepático
se agoten rápidamente y se recurra a las proteínas.
- De las condiciones atmosféricas: al realizar ejercicio
en un ambiente caluroso, aumenta el consumo de glucógeno
muscular. Esta mayor dependencia de los hidratos de carbono
se reduce tras un periodo de aclimatación.
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Alimentación y Deporte. ATP: La energía que mueve el cuerpo |
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